Este artículo ha sido preparado por Rayco Guedes para el taller Agua del grifo vs. Agua embotellada Desmontando mitos y ayudando al medioambiente, organizado por Latitud Azul.

Agua del grifo vs. Agua embotellada

Desmontando mitos y ayudando al medioambiente

Cada día abrimos el grifo de casa decenas de veces: para lavarnos los dientes, las manos, limpiar algo que se ha derramado, lavar la ropa, ducharnos… Sin embargo, en el momento en que sentimos sed, nos acercamos a una botella o garrafa de plástico y nos servimos un vaso. ¿Por qué esa agua que nos ha acompañado en todos los momentos anteriores, ahora no es adecuada para saciar nuestra sed?

Muchos dirán que es porque el agua del grifo no se puede beber, otros dirán que no es sana, los más atrevidos la habrán probado y dirán que sabe mal… Sin embargo, el agua del grifo es potable en 99,5% del territorio español lo cual queda recogido en la Directiva 98/83/CE de la Unión Europea de 3 de noviembre de 1998. Esto significa que, si somos de los que bebemos agua embotellada, hemos desperdiciado un recurso ¡durante más de 20 años! Además, el agua de consumo humano es un recurso muy vigilado y cuenta de ello dan las más de 20 Órdenes, Resoluciones y Reales Decretos que actualmente se encuentran vigentes y que legislan sobre aspectos de la potabilización de las aguas.

Desde la Unión Europea, se insta a los ciudadanos a consumir el agua del grifo, lo cual es una opción mucho más sostenible y, además, barata. De media, el Ministerio de Sanidad y Consumo estima el coste de 1 L de agua embotellada en 0,21€. El coste de esta misma cantidad de agua del grifo es de 0,002€, es decir, 5 L de agua del grifo cuestan 1 céntimo de euro. De esta forma, el gasto de agua para una persona que beba unos dos litros de agua al día es de unos 150,00€ frente a 1,70€ que le costaría si bebiera del grifo.

Fuente: www.blogdeagua.es

Adentrándonos un poco en el agua que sale de nuestro grifo, ¿que hay en ella? El agua presenta multitud de minerales (en química, elementos) que se van disolviendo en ella debido a la interacción entre el agua y el suelo. Tanto si la extraemos de capas subterráneas de la Tierra, como si la obtenemos del mar, encontraremos en el agua una serie de elementos y especies químicas que lejos de empeorar la calidad de las aguas, son fundamentales para la vida. Entre ellos encontramos los siguientes:

  • Aluminio: Está presente en el agua a partir de las arcillas. Es uno de los elementos más encontrados en la corteza terrestre. Es esencial para el cuerpo humano, aunque su exceso puede provocar efectos adversos en la salud.
  • Cloruros: Aniones (o iones negativos) del cloro. Su presencia en las aguas deriva de la disociación de sales de cloro como el cloruro sódico (sal común). También pueden aparecer en el proceso de desinfección del agua y pueden dar sabor salado si se combinan con iones de sodio que existan en el agua.
  • Magnesio: La presencia de magnesio en el agua es debida a ciertos minerales que contenienen este elemento y que el agua ha erosionado, aunque también puede aparecer en las aguas debido su uso como material de relleno, fertilizante, en alimentación de ganados o como aditivo de plásticos. Sin embargo, es necesaria su ingesta en cantidades adecuadas pues es fundamental para el sistema nervioso, los músculos y las células.
  • Sulfatos: Esta especie química es común en las aguas debido también a la disolución de las rocas que se encuentran en contacto con el agua. La concentración de sulfatos es importante debido a que la combinación de estos con calcio y magnesio hace que el agua sea más o menos dura. Un agua dura es aquella que presenta concentraciones elevadas de dichos sulfatos, lo que puede provocar corrosión y depósitos en tuberías y conducciones de agua debido a que son compuestos que precipitan con facilidad.

Mapa de dureza del agua en España (Fuente: www.aquadepure.es)

  • Sodio:  Aparece en las aguas por erosión de rocas y suelos y sobre todo en el caso de aguas desaladas. Puede ser problemático para personas con problemas de tensión arterial, sin embargo, es un elemento fundamental en el cuerpo humano, sobre todo para el sistema nervioso. El suero sanguíneo presenta una concentración de 3,3 g/L de sodio.
  • Potasio: Al igual que ocurre con el sodio, el potasio es muy común en aguas desaladas. Aparte de en el agua, El potasio puede ser encontrado en vegetales, frutas, papas, carne, pan, leche y frutos secos. Tiene un importante papel en los sistemas de fluidos físicos humanos.
  • Calcio: Su presencia en las aguas deriva de los minerales y es fundamental su ingesta para un correcto desarrollo óseo en los humanos. Sin embargo, junto al magnesio es uno de los elementos que produce dureza en el agua y, por tanto, los problemas que esto ocasiona.

Todos estos parámetros se tienen en cuenta tanto en las aguas potables como en las aguas embotelladas, de hecho, en las botellas de agua mineral siempre nos encontraremos el análisis químico de dicha agua:

Un reciente estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) analizó las aguas de grifo de 62 localidades españolas y en la mayoría se obtuvieron resultados equiparables a las aguas embotelladas. En el caso del agua de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, de los 8 parámetros analizados, 6 obtuvieron una calificación de “muy bueno” y los dos restantes de “bueno”, lo que demuestra que es un agua adecuada para el consumo.

Por otra parte, en la siguiente infografía se muestran las desventajas del agua embotellada:

Con todo esto podemos concluir que el agua que sale del grifo de nuestra casa es tan sana (o incluso más) que el agua embotellada. Así que la próxima vez que tengas sed, recuerda: ¡Pásate al agua del grifo!

Enlaces para más información:

¿Es sostenible beber agua embotellada en España?

Consumo de envases de plástico

Iniciativas de fuentes de agua públicas